Brookfield may est top
...con estilo

Cualidades de un Ejecutivo Perfecto

editorial@placerspr.com
 

Cuando pensamos en las cualidades del ejecutivo perfecto, tenemos que recordar la frase de Abraham Lincoln cuando dijo: Hagas lo que hagas, hazlo bien”Aunque esta frase va dirigida a todos los aspectos de la vida, en el mundo empresarial adquiere una dimensión especial y su consejo debería ser “el norte” de cada empleado(a), ejecutivo(a) o empresario(a) que desea progresar.

Vivimos en un mundo de alta competitividad profesional, tanto por el nivel de educación, como en el área de experiencia laboral.  Sin embargo, existen diferenciadores que tú puedes plasmar en tu resumé o currículo, pero idealmente serán reconocidos en las recomendaciones que hagan de tu persona cuando soliciten referencias y hasta en tu entrevista de trabajo.  Esos diferenciadores serán tu carácter, tu forma de trabajar y si puedes ser considerado “perfecto” para la plaza por llenar.

Para lograr desarrollar las cualidades de un ejecutivo perfecto, como todo en la vida, se requiere organizar ideas, establecer metas y un plan para lograrlas, y ejecutar ese plan como una pieza musical: perfectamente.

Primeros Pasos:

  • Identifica qué es lo que deseas lograr profesionalmente, esto es lo que te ayudará a definir metas que debes delinear y hasta escribir.
  • Identifica si el lugar donde estás te ofrece la oportunidad de alcanzar estas metas y/o cualquier cambio que necesites hacer y haz planes al respecto.
  • Visualiza el escenario perfecto al alcanzar tu meta y pregúntate si eso te hace feliz. Es  muy importante que las metas que quieres alcanzar te hagan feliz pues influye en tu convencimiento de que lo lograrás y en cómo te comportarás.
  • Planifica lo que vas a hacer al lograr tus objetivos y asegúrate hayan ganancias y valores morales, además de los económicos.  Mejores propósitos motivan a mayores esfuerzos.
  • Identifica si tienes el adiestramiento, habilidad o aptitud para lograr metas y si no, edúcate de acuerdo a tu necesidad.
  • Entrénate mentalmente para lograrlo, o sea, desarrolla una actitud absolutamente positiva, nunca dirás “si logro esto…”, si no “cuando logre esto…”.

Comportamiento y Actitud:

Para alcanzar tus metas tu comportamiento y actitud deben ser los mejores, tanto si estás en el lugar correcto como en el equivocado.

A continuación te damos una idea de cuáles son las cosas que impactan de tu comportamiento y actitud a la hora de reconocimientos y recomendaciones:

  • Actitud agradable y positiva – A todo el mundo, hasta a los cínicos, les gusta estar rodeado de gente positiva, con buena vibra. Esto te ayudará a ser aceptado por la mayoría de las personas que toman decisiones.
  • Crea estructura y disciplina personal en torno a tus responsabilidades: Establece el orden en que debes ejecutar cada cosa en tu trabajo considerando la rutina, el horario, las fechas y formas correctas de hacerlo.
  • Conviértete en un facilitador, alguien útil que resuelva problemas de forma hábil y rápida.
  • Asegúrate de conocer bien la industria y la forma de operar el negocio donde trabajas y en el que deseas trabajar, así como todas las herramientas para ejecutar los procedimientos de la mejor forma posible.
  • Si descubres que no estás entrenando de forma adecuada, busca la forma de lograrlo, con la ayuda de tu supervisor o de forma independiente, hasta convertirte en un experto.
  • Aprende todo lo innovador e identifica áreas de oportunidades que puedan lograrse dentro de la estructura de tu empresa.
  • Pregunta, conoce y valoriza las ideas, objetivos y recomendaciones de tus supervisores, y trata de implementarlo todo de acuerdo a sus instrucciones. Sólo así quedarás bien con ellos, identificarás lo que es útil y lo que no lo es; descubrirás procesos alternos o te surgirán nuevas ideas que harán la diferencia.
  • Trabaja en equipo y gana la confianza de tus compañeros. Tiene que haber algunas personas en tu entorno con quien te identifiques más, pero asegúrate sean los mejores, tanto en su actitud personal, como en su desempeño.
  • Vive cada día como si fuera el primero, lleno de entusiasmo, tratando de ver lo positivo y sin perder de vista tus metas.
  • Si no eres el líder, hay pocas cosas que puedes cambiar en torno a procedimientos o al desempeño de tus compañeros por lo cual SIEMPRE tienes que dedicarte a hacer lo mejor a tu alcance y a lograr tus metas personales. Recuerda:  Hagas lo que hagas, hazlo bien”. 

Advertencias:

  • Si encuentras compañeros resentidos en tu entorno, con tu ejemplo, estos también pueden cambiar, pero no trates de convencer a nadie, solo esfuérzate tú en ser agradable y hacer tu trabajo y no permitas que nadie “boicotee” tus esfuerzos en este sentido.
  • Cuando descubras formas que facilitan los objetivos mutuos, asegúrate que realmente sean efectivas en la práctica y de acuerdo a las reglas del negocio. Compártelas luego de haberlas implementado para que se reconozca que fue tu idea o iniciativa.
  • No te frustres si tus ideas o iniciativas no son posibles por limitaciones del lugar donde trabajas y menos lo critiques, simplemente trata de lograr la ejecución de las mismas con las herramientas disponibles.
  • No te rindas ni frustres cuando las cosas no salgan como planeas, tanto si son cosas en las que sigues instrucciones, como con tus propias ideas. Tanto si cometiste un error, como si son otros los que lo cometen.
  • Evita involucrarte en situaciones conflictivas y chismes.
  • Si hay mucho conflicto en el ambiente, enfócate en tus responsabilidades y sólo reporta lo que impacta el “bottom line” del negocio, más allá de tus ejecutorias, destacando lo que realmente afecta y no lo que sea problemas de actitud o personalidad de alguien.
  • Controla tus emociones y nunca expreses coraje ni euforia en público. Aprende técnicas para lograrlo.
  • No caigas en “excesos”, ni físicos, ni emocionales. No hay dinero, ni meta que justifique que te enfermes o te conviertas en un ser amargado e infeliz.
  • Ninguna instrucción puede ir en contra de la ética profesional, tu dignidad personal, ni el respeto que tienes hacia los semejantes, por eso, si descubres que no estás en el lugar indicado, cambia de lugar de trabajo.

Si has descubierto que tienes el potencial y la necesidad de crecer, en o fuera de la compañía donde estás, mantente informado de nuevas plazas disponibles, para que puedas cambiar tan pronto surja la oportunidad, siempre tomando en cuenta las metas que tienes.  Mantenerte informado evitará que hagas cambios precipitados, o moverte a lugares equivocados.

Por el contrario, mantenerte enajenado puede convertirte en un empleado tóxico y cuando finalmente decidas cambiar,  lo hagas de forma precipitada y con tu auto-estima por el piso.  En este caso, nadie podrá recomendarte como poseedor de las cualidades de un ejecutivo perfecto.

Todo es posible de lograr… El tiempo perfecto es HOY.


Comments are closed.

Back to Top ↑