...saludables

¡A dar alimento a las abejas!

Por: Myra  Sánchez
editorial@placerespr.com

Las catástrofes ocasionadas por vientos provocan daños ecológicos que afectan desde lo que es visible, hasta lo que aparenta ser insignificante.

Se recomienda poner un recipiente con azúcar en un lugar estratégico. Suministrada – Creative Commons License

Un fantástico ejemplo de ello es lo que sucede con las abejas, esos insectos tan bien organizados, de quienes dependemos para que ocurra la polinización de las plantas y con ello todo el proceso de reproducción que mueve la cadena alimenticia.

Tras el paso del huracán María, era notable ver que las abejas ‘volaban alborotadas’ alrededor de todo lugar por donde hubiera residuos de comida. Y es que, el viento afectó el material vegetativo y las abejas, no solamente perdieron sus moradas, si no también las flores con las que se alimentan.

Por lo anterior, se ha recomendado que todo aquel que observe que a su alrededor se están moviendo más abejas que de costumbre, ponga algún recipiente con azúcar en un lugar estratégico que las abejas puedan acceder. De esta forma, van a alejarlas para evitar picadas y las ayudarán a alimentarse y sobrevivir para continuar haciendo su trabajo.

Si todos hacemos lo que corresponde, habremos puesto un granito de arena para ayudar, no solamente a estos insectos, si no a la supervivencia del planeta, porque como diría Einstein: Sin abejas sólo quedarían cuatro años para la humanidad”.


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