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La vergonzosa violencia contra la mujer

Por: Sylvia A. Agostini

Con la llegada del nuevo año, queremos hacer un llamado para que cada mujer conozca cuál es la realidad de ser maltratada, más allá de cualquier dependencia amorosa.

“La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podemos afirmar que hemos avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz”… Kofi Annan, Ex-secretario Naciones Unidas (1996-2006)

Las mujeres debemos educarnos y saber cuánto valemos y cuánta importancia tenemos; sólo así podremos evitar con dignidad ser víctima de la violencia de género. Cuando la mujer se aprecia a si misma, detiene de inmediato su relación a la primera señal y finaliza la misma a tiempo.

El hombre maltratante suele manipular a su víctima desde el comienzo de su relación. Las primeras formas de maltrato suelen ser sutiles y de orden psicológico. Según el portal de la Asociación de Mujer Maltratada Corp.: “Las víctimas del maltrato por lo general tienen historial de un entorno maltratante; vienen de familias donde se experimentaba la desigualdad; por lo que muchas de estas personas han reproducido el modelo parental del maltrato y son capaces de soportar por un periodo prolongado las agresiones”.

El maltratante pretende debilitar la autoestima de la víctima y lo hace lentamente. Desea moldear o manipular alguien inseguro, co-dependiente, bloqueado mentalmente, que no sepa tomar acción. Sus presas por lo general son mujeres indefensas y sin apoyo de índole familiar. Las acciones del victimario conllevan insultos, faltas de respeto, criticas, comentarios vejatorios y negativos. Juega con las palabras y se burla de la conducta y la opinión de la víctima, tanto en privado como en público. Está comprobado, que lo que se inicia como un simple apretón, que no deja marca física, con el tiempo se convertirá en una paliza. Una vez esto ocurra, ya no hay marcha atrás. Esta forma de trato puede ser cotidiana y/o cíclica, y la mujer calla, sin darse cuenta de que se convierte en su patrón de vida.

El círculo vicioso

En el proceso de maltrato existen unas etapas o fases:

Tensión – El maltratante se altera de manera inesperada y cambia de actitud ante cualquier situación.
Violencia – La violencia contenida sale a flote de forma gradual o explosiva
Arrepentimiento – El victimario expresa estar arrepentido y seduce a la víctima.
Interludio – Temporada de paz, detalles, cariño, como si nada hubiera pasado
Repetición patrón – Vuelve a iniciarse el patrón con exabruptos del victimario hasta llegar al grado de violencia y agresión que con cada episodio empeorará.

Todas las agresiones intencionales que atentan contra la integridad de la víctima serán el “modus operandi” del agresor y el modo de vida de la víctima. En la mayoría de los casos, ante la sociedad, el maltratante mantiene la apariencia de buen esposo, hombre, padre, y de vecino solícito –callado y ejemplar–, mientras su víctima permanece intimidada y en silencio.

La mujer maltratada sólo sobrevive, cuando valientemente decide escapar y romper con el ciclo de maltrato, buscando ayuda y refugio para ella y sus niños, algo que debe haber identificado con anterioridad.

Según datos de la Organización de Naciones Unidas: “La violencia doméstica es tal vez la forma más generalizada de violencia contra la mujer y más del 20% de las mujeres del mundo son víctimas de maltrato de los hombres con los que viven”.